La Chocotorta merece otra oportunidad!

La Chocó torta con capa de chocolate de repostería que hicimos el fin de semana anterior no estaba nada mal. Sin embargo algo no me cerraba. Cuando era más chica me salía espectacular! O al menos así lo recordaba. Y esta estaba rica. No espectacular. Uno de los problemas que tenía es que estaba “seca”. Las galletas, que había remojado muchísimo en café, estaban secas! Cómo puede ser?

Además tardé muchísimo tiempo en hacerla. Horas. Porque entre capa y capa de galletas la guardaba en la heladera para que endureciera y así poder mojar bien las galletas. Es decir, si mojo mucho las galletas, de me cae la torta, se mueve toda y se cae. Por eso la heladera.

Ahora, yo me acordaba que la hacía rapidísimo! Y no sólo me demoré horas, sino que también… salió seca! Seca! Como puede ser?

No encuentro al gato encerrado de este asunto.

Y simplemente pensé, como en la fábula de la Zorra y las Uvas, que quizá la Chocotorta está sobreestimada. Quizá no es tan rica al fin y al cabo…

Hasta que el domingo tuvimos el cumple de mi sobri Paula, y había Chocotorta. Yo pensé para mis adentros “bien, de nuevo nos encontramos con esta torta que se cree la estrella de la noche y ni fu ni fa”

Acepté un trozo cuando me tocó el turno, Sebastián al lado mío hacía lo mismo. Los dos comíamos en silencio. Hasta que no pude más y grité “qué buena estáaaaa!” “Cuál es el secretoooo!?”

Y Sebastián se sintió liberado y gritó “está buenisimaaaa!, No te quería decir nada pero está tremendaaaaa!

Entonces averigüé y si, había cometido un grave error, por no haberla hecho por muchos años. La verdad se manifestaba implacable, yo había perdido el “toque”.

Bueno el grave error parece que fue que no batí la preparación de dulce de leche y crema. Y como estaba medio líquida eso me obligaba a ponerle poca cantidad. Al ponerle poco, no se humedecía lo suficiente, además de demorar horas! Para armarla.

Definitivamente, la Chocotorta es la reina absoluta de los postres caseros amateurs, una delicia! Aunque quizá no sea yo la de la buena “mano” para hacerla, snif snif.

De todos modos lo volveré a intentar! Es que quiero comerla cuando quiera y cuantas veces quiera, no me la quiero perder!